10 consejos para la revisión de tu coche según la DGT

Revision coche: Los elementos clave según la DGT para garantizar tu seguridad

En este artículo descubrirás los elementos clave que debes revisar en tu coche según la DGT (Dirección General de Tráfico). Mantener tu vehículo en óptimas condiciones no solo garantiza tu seguridad en la carretera, sino que también contribuye a reducir el riesgo de accidentes. ¿Sabías que la antigüedad de un coche duplica el peligro de sufrir lesiones graves en caso de colisión? Con una edad media de 11,5 años para los turismos en España, es fundamental prestar especial atención al mantenimiento de los vehículos, sobre todo los más antiguos. Acompáñanos mientras exploramos los elementos que debes revisar para asegurar un viaje seguro. ¡Comencemos!

Mantenimiento y antigüedad: Un binomio crucial

La antigüedad de un vehículo está estrechamente relacionada con su necesidad de mantenimiento. La DGT nos recuerda que un coche con deficiencias en sistemas como frenos, suspensión, dirección o neumáticos es más propenso a sufrir accidentes. En España, las cifras de antigüedad del parque automovilístico no son alentadoras. Los turismos tienen una edad media de 11,5 años, mientras que los camiones de más de 3.500 kilos llegan a los 14,2 años y los tractores industriales a los 9 años. Estos datos nos indican que debemos prestar especial atención a nuestro vehículo para mantenerlo en condiciones óptimas.

Elementos clave que debes revisar del coche

La DGT destaca varios elementos que requieren atención durante la revisión de un coche. A continuación, te detallamos cada uno de ellos:

• Dirección: Garantiza un viaje sin sobresaltos
  Uno de los primeros elementos a revisar es la dirección del vehículo. Presta atención a posibles holguras, ruidos, vibraciones, dureza anormal al girar o desgaste irregular en los neumáticos. Estos signos pueden indicar problemas en la dirección, lo cual afecta a la estabilidad y maniobrabilidad del coche.
  
  
• Frenos: Detén tu seguridad en buenas manos
  Los frenos son fundamentales para tu seguridad en la carretera. Te recomendamos acudir a un profesional para que revise las pastillas/zapatas, discos y el nivel del líquido de frenos. Mantener un sistema de frenado en óptimas condiciones es vital para asegurar una respuesta eficiente y evitar sustos innecesarios.
  
  
• Suspensión: Un elemento clave para la estabilidad
  La suspensión es uno de los tres elementos fundamentales de seguridad en un coche, junto con los frenos y los neumáticos. Aunque es difícil percibir su deterioro, es recomendable acudir a un taller profesional para que realicen una revisión exhaustiva. La estabilidad y la capacidad de frenado del vehículo dependen en gran medida del estado de la suspensión.
  
  
• Neumáticos: Garantiza tu agarre y tracción
  Los neumáticos son el único punto de contacto entre tu coche y la carretera, por lo que es crucial revisar su estado regularmente. Comprueba la profundidad del dibujo, que debe ser de al menos 1,6 mm para cumplir con la legalidad. Además, verifica si hay deformaciones, desgaste irregular o baja presión (recuerda revisarla en frío). Mantener unos neumáticos en buen estado garantiza un agarre adecuado y una tracción óptima en diferentes condiciones de conducción.
  
  
• Luces: Ve y sé visto correctamente
  Las luces de tu coche desempeñan un papel crucial tanto en tu visibilidad como en la de los demás conductores. Revisa los intermitentes y el sistema de alumbrado para asegurarte de que funcionan correctamente. Asegúrate de que están en buen estado y correctamente regulados. Recuerda que las luces no solo te permiten ver, sino también ser visto por otros conductores. 
  
  
  
  
  
• Batería: ¡No te quedes sin energía!
  La batería es uno de los elementos más olvidados, pero desempeña un papel fundamental en el funcionamiento de los componentes eléctricos de tu coche. Presta atención a posibles problemas al arrancar y verifica si los bornes están sulfatados. En caso de duda, acude a un especialista para una revisión completa de la batería. No hay nada más frustrante que quedarse sin energía en medio de un viaje.
  
  
• Niveles y filtros: Mantén todo en equilibrio
  Es importante revisar regularmente los niveles de líquido de frenos, limpiaparabrisas y aceite. Además, presta atención a la tensión de las correas y al estado de los filtros de aceite, aire y polen. Mantener todos estos elementos en equilibrio garantiza un funcionamiento óptimo de tu coche y prolonga su vida útil.
  
  
• Aire acondicionado: Tu confort y seguridad importan
  El sistema de aire acondicionado no solo aporta comodidad durante los viajes, sino que también desempeña un papel importante en la seguridad. Verifica que enfríe adecuadamente y no emita ruidos extraños al conectarlo. Mantener una temperatura agradable en el habitáculo contribuye a evitar la fatiga y mejora la concentración en la conducción. 
  
  
• Lunas y limpiaparabrisas: Visibilidad y resistencia estructural
  Revisa el estado de las lunas y las escobillas del limpiaparabrisas. Asegúrate de que el parabrisas no presente daños, ya que es una pieza fundamental en la resistencia estructural del vehículo y en la eficacia del airbag. Además, en muchos coches actuales, el parabrisas también soporta cámaras y sensores de sistemas de ayuda a la conducción. Mantener una buena visibilidad es esencial para garantizar tu seguridad en la carretera.
   
• Inyección: Mantén un rendimiento óptimo
  Por último, es importante revisar el sistema de inyección (o carburación en coches antiguos) de tu vehículo. Presta atención a señales como aumentos de consumo de combustible o tirones al arrancar o en marcha. En caso de detectar anomalías, es recomendable acudir a un especialista para una revisión exhaustiva. Un sistema de inyección en buen estado garantiza un rendimiento óptimo del motor y una conducción más eficiente.
  
  

Mantener tu coche en buen estado es fundamental para garantizar tu seguridad y la de los demás en la carretera. La DGT recomienda prestar especial atención a los elementos mencionados anteriormente: dirección, frenos, suspensión, neumáticos, luces, batería, niveles y filtros, aire acondicionado, lunas y limpiaparabrisas, y sistema de inyección. 

Realizar revisiones periódicas, por ejemplo en épocas de verano, y acudir a profesionales cualificados para realizar las reparaciones necesarias es la mejor manera de asegurarte de que tu coche se encuentra en óptimas condiciones. Recuerda que la antigüedad del vehículo es un factor importante a tener en cuenta, ya que influye en el riesgo de accidentes. No descuides los elementos clave y mantén tu vehículo en óptimas condiciones. ¡Tu tranquilidad al volante lo merece!

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