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Coche Eléctrico y la Normativa Europea: ¿Por qué Deben Hacer Ruido?
En este artículo, vamos a desentrañar un aspecto crucial de los coches eléctricos: la normativa europea que exige que emitan ruido. ¿Por qué es necesario?
En el mundo de la automoción, el silencio de los coches eléctricos ha suscitado debates. Desde julio de 2021, la legislación europea establece que todos los vehículos eléctricos, incluyendo los híbridos, deben incorporar un sistema de aviso acústico (SAAV o AVAS) para garantizar la seguridad vial. ¿Por qué esta normativa?
Razones para Hacer Ruido en los Coches Eléctricos
La ausencia de sonido en los coches eléctricos, aunque puede parecer agradable, plantea preocupaciones en cuanto a la seguridad.
En las calles, conviven conductores, ciclistas, motociclistas y peatones. El sonido del tráfico es una señal crucial para todos, especialmente para las personas invidentes que utilizan el sonido como guía.
Además, el sonido del motor también ayuda a los conductores a tener conciencia de su velocidad. Los coches eléctricos, con su potente aceleración, pueden sorprender a los conductores desprevenidos. El ruido del motor actúa como un recordatorio constante de la velocidad.
Cómo se Imita el Sonido de un Motor de Combustión
Para cumplir con la normativa, los fabricantes han desarrollado sistemas de aviso acústico sofisticados. Estos utilizan altavoces de alta potencia para reproducir sonidos pregrabados que imitan un motor de combustión. El sistema interpreta datos del tren motriz para decidir qué sonido reproducir en cada situación.
La normativa europea establece requisitos específicos para estos sistemas, como la activación automática al arrancar, niveles de decibelios (que se deben situar entre los 56 y los 75 decibelios) y la similitud con el sonido de un motor de combustión.
En resumen, la normativa europea que exige que los coches eléctricos emitan ruido busca mejorar la seguridad vial y garantizar una convivencia segura en las carreteras. Este aspecto aparentemente insignificante demuestra cómo la tecnología y la legislación evolucionan para adaptarse a los cambios en la industria automotriz.
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