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Coche eléctrico: ¿se incendian más que los tradicionales?

Coche eléctrico y los mitos y realidades sobre incendios. Datos demuestran su seguridad en comparación con los de gasolina.

 

¿Se puede incendiar un coche eléctrico?

Dentro de algunas décadas, los vehículos de combustión habrán desaparecido de las carreteras y las calles de las ciudades, dando paso a una movilidad totalmente eléctrica. Sin embargo, hasta que llegue ese momento, los motores eléctricos y los híbridos van aumentando sutilmente a pesar de las reticencias de algunos conductores. Una de ellas hace referencia a que el coche se pueda incendiar, algo que crea dudas entre los conductores sobre si se puede viajar con la misma seguridad que en un coche convencional.
 
Por norma general, el riesgo de incendio en un coche eléctrico es más bajo que en los automóviles de combustión. La gasolina es altamente inflamable, aunque con las mejoras introducidas en los vehículos en los últimos años, las posibilidades de originar un fuego en el motor en caso de accidente se han reducido a cero prácticamente. En este sentido, los coches eléctricos son mucho más seguros, ya que el hecho de que las baterías ardan es poco probable.

¿Qué hacer si se incendia la batería del coche eléctrico?

Al igual que sucede en los coches de gasolina o diésel, los que funcionan con electricidad también están expuestos a sufrir accidentes. En los últimos tiempos, se han conocido algunos casos de vehículos ecológicos que han sufrido un incendio como consecuencia de un siniestro donde los bomberos se han tenido que enfrentar a una situación realmente compleja.

Apagar el fuego de un coche eléctrico es totalmente diferente a hacerlo en uno de gasolina o diésel. Esto se debe a que la estructura de la batería se puede dañar y producir lo que se conoce como escape térmico que provoca un sobrecalentamiento y comienzan a arder todos los elementos que se encuentran alrededor, incluidas las celdas de iones que se pueden contar por miles.
 
Los paquetes de las baterías están perfectamente protegidos frente a posibles impactos, pero cuando se dan algunas condiciones particulares se produce lo que hemos comentado, sin necesidad de que exista una llama previa.
 
Por ello, aunque es poco probable que un coche eléctrico se incendie, si ocurre por diversas circunstancias, el servicio de bomberos necesita más tiempo y más agua para apagar el fuego en comparación con un vehículo convencional. Además, en algunas ocasiones es necesaria la ayuda del personal especializado de la marca para desactivar la batería eléctrica. Es lo que sucedió precisamente en un incendio de un Tesla Model X que chocó de forma violenta contra una mediana en California.
 
En estos casos, el combustible se sustituye por baterías y, por lo tanto, los protocolos de actuación de los servicios de emergencias se deben actualizar. A partir de ahora, mantener la seguridad en un incendio es primordial teniendo en cuenta las altas tensiones que se llegan a alcanzar en los paquetes de baterías de un coche eléctrico. Junto a ello, hay que añadir el peligro que corren las víctimas al salir del vehículo, ya que se pueden electrocutar por la diferencia de potencial. Para evitarlo, los bomberos deben cortar antes el flujo eléctrico siguiendo las indicaciones del fabricante. De esta forma la energía eléctrica se aísla en las baterías y se puede realizar el rescate con un riesgo inferior.

Por último, hay que destacar que los incendios en un vehículo eléctrico son mucho más violentos que en uno de gasolina o diésel. En muchos casos, la solución de arrojar agua sobre las baterías de litio no puede hacer otra cosa que empeorar la situación.
 

Estudio revela que los coches eléctricos se incendian menos que los de gasolina

Se ha instaurado en la creencia popular que los vehículos eléctricos tienen una mayor tendencia al incendio que los provistos de motor de combustión. Sin embargo, un estudio realizado en Suecia afirma lo contrario.
 
Sin embargo, el enfoque excesivo en los vehículos eléctricos como propensos a sufrir incendios puede ser engañoso. La creencia se basa en la idea de que las baterías de iones de litio, utilizadas en los vehículos eléctricos, son intrínsecamente inseguras y tienen más probabilidades de incendiarse en comparación con los combustibles fósiles utilizados en los vehículos de combustión interna.
 
El estudio ha sido realizado por la Agencia Noruega de Seguridad Social y Preparación para Emergencias (MSB).
 
El mismo revela que, durante el año 2022, se registraron un total de 106 incendios en diversos medios de transporte eléctricos, tanto en aquellos que funcionan completamente con energía eléctrica como en aquellos que lo hacen parcialmente.
 
La mayoría de estos incendios ocurrieron en patinetes eléctricos, con 38 casos, seguidos de turismos con 23 casos y bicicletas eléctricas con 20 casos. Mientras tanto, los incendios en hoverboards han disminuido en los últimos años, pero se ha observado un aumento en los patinetes eléctricos.
 
Además, se incluyeron en la recopilación de datos los incendios en camiones y autobuses que utilizan energía eléctrica, ya sea en su totalidad o en parte. Sin embargo, la mayoría de los camiones y autobuses todavía funcionan con diésel, según Ulf Bergholm, gerente de la unidad de aprendizaje de accidentes de la MSB.
 
En cuanto a los coches eléctricos, se ha observado un promedio de alrededor de 20 incendios al año en los últimos tres años, a pesar de que el número de coches eléctricos en circulación casi se ha duplicado hasta llegar a casi 611.000.
 
En comparación, hay casi 4,4 millones de coches propulsados por otros combustibles. Durante ese mismo período, aproximadamente 3400 automóviles, independientemente del combustible utilizado, se vieron involucrados en incendios.
 

Coches eléctricos y sus sistemas avanzados de gestión de baterías

De estos y otros datos puede concluirse que los incendios en vehículos eléctricos son eventos poco frecuentes. A esto contribuye el hecho de que la tecnología de las baterías ha mejorado significativamente en términos de seguridad, y los fabricantes han implementado medidas de protección adicionales para minimizar los riesgos.

Además, los vehículos eléctricos están equipados con sistemas avanzados de gestión de baterías, que incluyen sistemas de refrigeración, protección contra cortocircuitos y monitorización continua de la temperatura. Estos sistemas están diseñados para detectar y mitigar cualquier problema potencial antes de que se convierta en una situación de riesgo.
 
Lo que tampoco se puede negar es que, una vez que un vehículo eléctrico provisto de baterías de litio se incendia, este se vuelve intenso y prolongado, incrementando el peligro potencial del mismo. De ahí que tanto la industria como la comunidad científica trabajen en nuevas tecnologías que reduzcan o extingan el riesgo de incendio. Un ejemplo de ello son las baterías de estado sólido.
 
Independientemente de ello, es un hecho que cualquier vehículo, sea del tipo que sea, tiene la posibilidad de sufrir un incendio. Por lo tanto, es fundamental seguir las pautas de seguridad establecidas por los fabricantes y recibir un mantenimiento adecuado para garantizar la seguridad en la conducción.
 
A medida que la transición hacia la movilidad eléctrica continúa acelerándose, es esencial desmitificar las preocupaciones infundadas y promover un diálogo basado en datos y hechos.
 
Y estos avalan la afirmación de que los vehículos eléctricos representan una alternativa prometedora y segura para el transporte, y comprender la realidad de su seguridad es fundamental para adoptar decisiones informadas y fomentar una transición exitosa hacia un futuro más sostenible en la industria automotriz.
13/10/2023 | Redacción Rattix